Desde diciembre de 2014 las comunidades indígenas del Norte del Cauca están resistiendo en las haciendas La Emperatriz, Miraflores, El Guanábano y Quebrada Seca. Los indígenas están recuperando estas tierras ancestrales que están en manos de latifundistas , y que la comunidad necesita para cultivar alimentos y vivir en ellas, pero que en vez de ser aprovechadas por el pueblo están sembradas con monocultivo de caña para la producción de azúcar y biocombustible al servicio del mercado mundial. Además esto destruye la fertilidad de los suelos y afecta la biodiversidad.

La Madre Tierra nos da lo necesario para la vida. De ella tomamos las materias primas y en ella crecen nuestros alimentos. Pero la Madre Tierra está sometida en manos de unos pocos que ostentan el poder. Tanto así que según censo agropecuario (2015) sólo un 0.4% de la población posee el 46% de la tierra productiva; de 42,3 millones de hectáreas disponibles para uso agropecuario, el 80% se malgasta en ganadería; sólo 8,5 millones de hectáreas se usan para agricultura, de los cuales 7.1 millones de hectáreas son monocultivos de palma aceitera, caña de azúcar y café para la exportación, eso nos deja que únicamente 1.4 millones de hectáreas están destinadas para el cultivo de alimentos, lo que representa un 43% de todo lo que comemos, por eso gran parte de nuestra alimentación depende de importaciones.

Destruir el latifundio es tarea fundamental para desarrollar el país, pero no hablamos del desarrollo del que hablan los ricos, discurso bajo el cual despojan, saquean y destruyen nuestras comunidades y la madre tierra. Hablamos del desarrollo de las comunidades, entendido como el buen vivir de las clases trabajadoras del campo y la ciudad.

Basta observar el actual proceso de restitución de tierras para darse cuenta que el Estado jamás tocará las tierras de los terratenientes, y que la promesa de devolverlas al campesinado es una farsa. Basta observar los actuales acuerdos de paz entre el Estado y las FARC, en los cuales desde el principio se dijo que la propiedad de la tierra no se negociaba, es decir, dichos acuerdos jamás pondrán en riesgo el interés de grandes latifundistas. Entonces la respuesta es clara: el Estado burgués-terrateniente no entregará por las buenas las tierras al pueblo, ¿Cuál entonces debe ser el camino de las clases trabajadoras para conquistar la tierra?

Este problema es un asunto de todo el país. La tierra es fundamental para el futuro de toda la sociedad colombiana, por eso es deber de quienes vivimos en la ciudad apoyar, difundir y vincularnos activamente a esta lucha. El Movimiento de Estudiantes al Servicio del Pueblo (MESP), expresamos nuestro total apoyo a la Liberación de la Madre Tierra, y en general a la Lucha por la Tierra de los trabajadores del campo. Invitamos a todos los estudiantes, y en general a todas las personas de la ciudad a conocer más esta lucha, a comprender más el problema de la tierra, a vincularnos a este proceso, y con esfuerzo aportar a difundir la semilla de la Liberación de la Madre Tierra por todo el país.
¡¡¡ Romper los muros de la Universidad, servir al pueblo del campo y la ciudad !!!
¡¡¡ La TIERRA no se compra, la TIERRA no se vende, la TIERRA se trabaja, se libera y se defiende !!!
Escrito por:
Movimiento de Estudiantes al Servicio del Pueblo – MESP
Invitamos a consultar más información sobre la Liberación de la Madre Tierra en la página:
http://www.nasaacin.org/
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